Nunca Paramos
No tengo pais al que volver y ningún país del que ser desterrado: un árbol cuyas raíces son un río que corre: muere si se detiene, muere si no lo hace. En las mejillas y los brazos de la muerte Pasé lo mejor de mis días y la tierra que perdí cada día Gané cada día de nuevo. La gente tenía un solo país, pero la mía se multiplicó en pérdida, se renovó en ausencia. Sus raíces, como las mías, son agua: si lo detiene se seca, si se detiene muere. Ambos estamos corriendo con un río de rayos de sol, un río de polvo de oro que se levanta de las antiguas heridas, y nunca paramos. Seguimos adelante sin pensar en hacer una pausa para que nuestros dos caminos se encuentren. No tengo país del que ser desterrado, ningún país al que regresar: Moriré si me detengo Moriré si sigo adelante. Najwan Darwish Traducido del árabe por Kareem James Abu-Zeid |
Najwan Darwish es un poeta de Jerusalén, Palestina. Ha publicado ocho libros en árabe y su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas. New York Review Books, que publicó la traducción al inglés de su libro Nothing More to Lose (NYRB Poets, 2014) lo describe como “uno de los principales poetas en lengua árabe de su generación”. |